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Abril 2019 | RSC y Desarrollo Sostenible
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Economía social, lo primero son las personas
 
 
 
 
En los últimos años se habla de una nueva de organización económica en la que la frialdad de las cuentas pase a un segundo plano. Sin olvidar que la sociedad se mueve por recursos financieros, la economía social ha llegado para organizarnos tomando como eje fundamental, a las personas
En nuestra provincia una de las personas que más saben de Economía Social es Mar Osuna, arqueóloga ambientalista y vicepresidenta de Reas Andalucía. Actualmente coordina en Diputación el programa de 1% cultural sostenible con un equipo de 17 becarios y en colaboración con la Universidad de Granada y la Delegación de Cultura.
¿Mar, qué es la economía social o economía solidaria?
La economía social y solidaria representa un multimodelo económico que fundamenta su principal valor diferencial en situar en el centro de la economía a las personas y al planeta, frente al modelo económico capitalista que pone su centro en el capital y el mercado.
Partimos de entender la relación de producción y consumo como la generación de productos y servicios para el bien común y el servicio a la comunidad. Todas las personas somos a la vez productoras y consumidoras y por tanto tenemos que formar parte de los sistemas económicos de manera equitativa y corresponsable.
Parece complicado gestionar la economía más allá de la frialdad de los números, pero las entidades de economía solidaria lográis “humanizarla”. ¿Cómo se hace?
La economía actualmente dirige los modelos relacionales entre personas, medio ambiente y estado, por tanto, está inmersa en cualquier tipo de relación que se establece para sostener la vida. La gestión de una empresa de economía social y solidaria, a pesar de tener la misma burocracia fiscal y financiera que las empresas mercantilistas, parte de una gran diferencia: las personas socias son a la vez las personas trabajadoras de la empresa y regulan de manera horizontal las relaciones laborales, la conciliación y distribución del trabajo, así como el reparto de beneficios, que normalmente se reinvierte en el objeto social de la empresa, en la formación de sus trabajadoras y en la mejora continua del servicio que ofrecen.
Las entidades que trabajáis en la economía social no lo hacéis de manera aislada, ¿cómo os asociáis?
Al igual que las personas somos interdependientes, necesitamos de otras personas para desarrollarnos como seres sociales, el ecosistema empresarial necesita igualmente establecer conexiones con otras entidades y personas para crecer de manera equitativa y solidaria.
Las empresas sociales se coordinan en organizaciones bajo su fórmula jurídica, tales como FAECTA (Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo), que a la vez se conectan en confederaciones de economía social (CEPES).
En el caso de las entidades de economía social, alternativa y solidaria, estos colectivos se autoorganizan a través de una red de redes, donde cada territorio tiene una coordinación, este es el caso de REAS Andalucía (Red Economía alternativa y solidaria), que a su vez se enreda con REAS Red de Redes estatal y RIPPES a nivel europeo. Recientemente se ha celebrado un encuentro para la organización de Foro Social Mundial de Economías Transformadoras 2020, donde hemos participado más de 300 entidades, de 46 países, buscando soluciones mundiales desde la economía social y solidaria, el ecofeminismo, los movimientos de soberanía alimentaria y los procomunes.
¿Una entidad de economía solidaria puede abarcar cualquier sector?
Las entidades de economía solidaria son empresas sociales reguladas fiscalmente, y por tanto pueden dedicar su objeto social a cualquier sector productivo. En nuestra provincia, abarcan los sectores profesionales más innovadores, desde el sector creativo-cultural, la educación ambiental la gestión del conocimiento y la innovación social, start-ups, Labs, a la innovación social de cooperativas de abogad@s, periodistas, asesorías fiscales y financieras o sectores emergentes como las cooperativas de energías limpias, de finanzas éticas, de agroecología, etc.
¿Qué pasos hay que dar para constituir una ESS?
Los pasos están regulados en la Ley de Cooperativas Andaluza, donde podemos ver la diversidad de figuras empresariales de gestión comunitaria, modelos de gestión público-privada, como es el caso de las cooperativas mixtas y las cooperativas de servicios públicos, o las cooperativas de impulso empresarial que dan respuesta a los profesionales de la cultura, creativos, y freelance. Cooperativas de consumidores y usuarios, de servicios, de consumo, mutuas, fundaciones, volviendo a las cooperativas de trabajo, que contienen en su esencia, los valores igualitarios y solidarios de la autogestión colectiva del empleo.
¿Las ESS son más femeninas que masculinas?
El objeto de las economías sociales y solidarias es ser herramientas de transformación social y para ello necesitamos de una sociedad civil organizada y consciente, que se autoorganice en torno a lo local, en torno a las soberanías alimentarias, energéticas, tecnológicas y que incida y se enrede en lo global, con una visión humanista, ecologista, decrecentista.
Y necesitamos reconocer el enfoque de la economía ecofeminista, que nos muestra que las personas somos interdependientes y ecodependientes y por tanto es necesario que pongamos en el centro la vida y las relaciones de apoyo mutuo, la solidaridad, la equidad, la justicia social, el medio ambiente, en definitiva las economías tienen que ofrecer modelos relacionales que se centren en la sostenibilidad de la vida y del planeta.
¿Qué futuro tienen las ESS?
La ESS recoge una trayectoria común de décadas de idearios, proyecciones, testeos y evaluaciones en la creación de otros modelos económicos alternativos al sistema capitalista, neoliberal, patriarcal, neocolonial y fascista.
Su papel colectivo le permite revindicar la cocreación de otra cosmovisión socioeconómica donde la persona y el medio ambiente sean el centro de las estrategias y configurarse como sujeto de incidencia política para la necesaria transformación social que tantos movimientos sociales persiguen. La ESS ya ocupa un importante papel, a veces poco visibilizado, en la conformación de caminos y trayectorias diversas hacia alternativas económicas para la justicia social. Actualmente ocupa un papel destacado en las denominadas recientemente Economías Transformadoras, modelos que ofrecen un abanico de alternativas económicas para una justicia global.