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Enero 2019 | RSC y Desarrollo Sostenible
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Asociación San José de Guadix, baluarte de las entidades sin ánimo de lucro en gestión responsable
 
 
 
 
Con cerca de 45 años de vida, y más de trescientas personas en su plantilla, la Asociación San José, especializada en las personas con discapacidad intelectual y en su entorno familiar, da un paso más y se encuentra en plena fase de reflexión estratégica, diseñando su primer plan estratégico de RSC. La asociación accitana aspira a convertirse en un referente para otras entidades del tercer sector, así como para su cadena de aprovisionamiento y su ámbito de actuación con la integración de principios de responsabilidad social corporativa en su gestión estratégica. La Asociación, afirma su gerente, Alicia Carmona, aspira a la creación de valor para el conjunto de la sociedad, para sus usuarios y para sus familias, para su plantilla, sus proveedores… para todos sus grupos de interés. Pero no quiere hacerlo de cualquier forma. Quiere hacerlo de una forma responsable, sostenible y respetuosa.

¿Por qué una asociación como San José decide llevar a cabo una gestión de RSC?
Cualquier empresa, incluidas las ONG, tiene, entre sus principales preocupaciones, incrementar la confianza de sus grupos de interés. Gestionar la empresa de manera responsable, ayuda a prevenir situaciones críticas que pueden afectar a su reputación por un lado, y, por otro, nos ayuda a cumplir las demandas de los grupos de interés de una manera compartida, con la participación conjunta cuyas repercusiones inciden directamente en las personas, pero también en la productividad y en el planeta. Es una oportunidad para crear valor desde una perspectiva global, lo cual, a su vez, genera más oportunidades a la propia empresa, se vuelve más competitiva puesto que se favorece la lealtad y el sentido de pertenencia y le permite diferenciarse.
Nuestra asociación aspira a asegura la coherencia con la identidad (misión y valores) y con las obligaciones y compromisos con la partes interesadas, tanto en los procesos de gobierno o gestión como en los procesos de intervención es nuestra principal motivación. Queremos asegurar la eficacia social de nuestro movimiento, definiendo políticas, planes, presupuestos, etc. y estableciendo indicadores que midan el impacto de nuestras decisiones en los derechos y oportunidades de las personas destinatarias de la intervención tanto de procesos administrativos como de decisión y actuación que permitan tanto la evaluación como la mejora continua de la organización.
El fin último de este proceso de reflexión en San José, pasa, pues, por la Sostenibilidad (en mayúscula)…
Preservar el equilibrio entre la autonomía y la viabilidad económica nos ayudará a evitar convertirnos en meras prestadoras de servicios para un tercero, sin capacidad de actuar, de forma independiente, sobre las causas que generan los problemas o necesidades a las que pretendemos dar respuesta. Hoy queremos escribir un futuro en el que todas las personas, sin exclusiones ni marginaciones, puedan vivir en una sociedad más justa, igualitaria, equitativa y sostenible, aunque ello suponga un cambio de paradigma, y porque, precisamente ello supone un cambio de paradigma que exige una reflexión general, una profunda actualización y un ahondamiento en nuestros valores y compromisos.
¿Qué pasos han dado hasta el momento en materia de RSC?
La Asociación San José, en línea con las mejores prácticas en materia de RSC y Desarrollo Sostenible, ha solicitado su adhesión como firmante a Pacto Mundial de Naciones Unidas, y hace suyos sus diez principios. Además, en esta fase de reflexión estratégica, en la que contamos con asesores en la materia, hemos tomado como hoja de ruta, los objetivos de la Agenda 2030, también de Naciones Unidas. De cara a contribuir al logro de los ODS, la Asociación ha identificado en qué objetivos de desarrollo sostenible puede asumir una función de liderazgo y referencia para aportar nuestro granito de arena, desde lo local, a la consecución de estos objetivos globales. Hemos dado un paso más hacia la Trasparencia y estamos trabajando intensamente para obtener la Certificación de la Fundación Lealtad, que requiere el cumplimiento de 9 principios, sobre los que se asienta, en gran media, la confianza hacia las entidades sin ánimo de lucro.
El diálogo con los grupos de interés es crucial para dar respuesta a sus expectativas dentro de una estrategia responsable, ¿cómo se relaciona con sus stakeholders?
Estamos procediendo a la definición y clasificación de nuestros grupos de interés, en función del impacto que están soportando y del riesgo que supone para una organización una gestión inadecuada de sus demandas, segregándose en grupos de interés internos y externos. En línea con las mejores prácticas, nos encontramos en este proceso para habilitar adecuados canales de diálogo con nuestros stakeholders, a fin de llevar a cabo un estudio de materialidad, que nos permita identificar sus expectativas y prioridades para darles respuesta efectiva.
¿Cuáles son las principales resistencias que habéis encontrado hasta ahora para incluir la RSC como principio de gestión? El discurso y la gestión de la RSC están estrechamente vinculados a la gestión empresarial; es en los últimos años cuando se ha introducido en la agenda de debate de las ONG y Fundaciones sin ánimo de lucro. El mundo de las ONG y el mundo en general, no son dos realidades distintas. El convencimiento por parte de directivos y la administración pública de que la verdadera responsabilidad de una ONG es cumplir con sus obligaciones legales, ha impedido realizar acciones más allá de ellas dirigidas fundamentalmente a involucrarnos de manera franca en la problemática económica, social y ambiental de nuestra localidad, en particular y de la sociedad, en general desde una perspectiva más global y donde “entren en juego” otros grupos de interés que va más allá de nuestros usuarios, familias y empleados. Es más, tampoco existe esta perspectiva en los propios grupos de interés ni una consciencia clara de su capacidad para crear valor conjunto.
Existe un concepto de “asistencialidad” de nuestro movimiento aquí en la comarca muy arraigado. La introducción de nuevos perfiles profesionales para hacer más efectivo nuestro compromiso con la RSC aún no es suficientemente entendida aumentando así la resistencia a un nuevo cambio de paradigma mucho más orientado al bien común que al mero cuidado de las personas atendidas o a la pura creación de empleo. Si bien es cierto que el momento actual es complejo, también es cierto que representa una gran oportunidad para generar nuevas visiones, nuevos valores y acometer el ejercicio de asentar las bases que garanticen un mejor futuro para las generaciones de hoy y para las que están por llegar.
¿Cuáles son las principales líneas de actuación de la Asociación?
Dado que el ámbito de actividad de la Asociación “San José”, directamente relacionado con derechos básicos de las personas, no solo de quienes atienden, sino de todas las personas que, de algún modo u otro, están relacionadas con ella, la exigencia de una gestión rigurosa de la responsabilidad en sus decisiones es, y debe ser, nuestra máxima, más aún si nuestro deseo es que estas decisiones ejerzan una influencia positiva en la sociedad para que contribuyan a la prosperidad y a que las personas mejoren a todos los niveles gracias a su relación con la empresa.
Creada hace más de cuatro décadas, el recorrido de la Asociación “San José”, que trabaja con, por y para personas con discapacidad intelectual, es el recorrido de un ser humano, de su vida y de sus esperanzas, las suyas y las de muchos otros hasta hoy. Cada uno de nuestros centros, desde el nacimiento mismo de la Asociación, trata de dar respuesta a un ciclo de vida del que nadie quede excluido.
¿Hacia dónde dirige sus pasos la Asociación San José? ¿Cuál es su visión de futuro? Seguiremos trabajando para alcanzar mayor visibilidad y transparencia en relación con nuestro entorno. Es decir, conseguir un mayor conocimiento de todo lo que hacemos, y conseguir descartar la imagen que existe hoy en día de ser centros asistenciales. A tal fin, lo primero que vamos a hacer es desarrollar, en el plan estratégico de la entidad, la política de RSC que venimos trabajando. Seguiremos profundizando también no solo para, de alguna forma, mitigar los efectos de determinados problemas, sino también, en la medida de lo posible, en la transformación de las causas que lo originan, mediante estrategias de incidencia (sensibilización, denuncia, promoción de derechos...) y otras estrategias de intervención (en el campo social, cultural o de cooperación al desarrollo) para que todas las personas, sin exclusiones ni marginaciones, puedan vivir en una sociedad más justa, igualitaria, equitativa y sostenible, aunque ello suponga un cambio de paradigma que nos exija hacer una reflexión general tanto en el plano interno de la organización como en su plano externo, una profunda actualización y un ahondamiento en nuestros valores y compromisos.